domingo, 12 de julio de 2009

NO SE ESCONDA POR CULPA DEL ACNE



Afecta en especial a los adolescentes, pero puede presentarse en etapas posteriores como consecuencia de trastornos hormonales. Un tratamiento constante y mucha paciencia pueden ayudar a dejar nuevamente la piel libre de granos.

El acné es una enfermedad de la piel que afecta el folículo polisebaceo, es decir aquella zona cutánea que comprende los folículos pilosos y la producción de glándulas sebáceas. Esta afección se presenta en el 80% de los jóvenes y es más frecuente en el sexo masculino, donde se observan formas mas intensas. Las hormonas propias del hombre, los andrógenos, estimulan las glándulas sebáceas para que produzcan mayor cantidad de sebo. Las primeras lesiones pueden aparecer entre los 11 y 13 años, pero alcanzan su máxima gravedad después de la pubertad, pues a mayor desarrollo hay mayor estimulación androgenica y eso hace que un problema de acné se extienda hasta los 25 años.

Factores que influyen.

El acné afecta principalmente zonas de la piel con mayor numero de glándulas sebáceas como la cara, el pecho y la parte superior de la espalda. Allí se forman lesiones que van desde espinillas y pápulas (erupciones), pústulas (barros) hasta formaciones profundas como nódulos y quistes.

Para la dermatóloga existen varias causas que pueden hacer que el acné aparezca o que perdure:


  • Hormonales. La aparición de barros y espinillas es un proceso fisiológico propio de una determinada época de la vida que se debe principalmente a los cambios hormonales que se producen en la pubertad y la adolescencia.

  • Genéticos. Cuando existe una predisposición hereditaria, los padres pueden contemplar un tratamiento antes de que empiece a manifestarse el acné.

  • Alimentación. No existen evidencias que justifiquen restricciones de chocolates y comidas grasas. Pero si el joven con acné nota o relaciona el empeoramiento de la piel con la ingesta de algunos alimentos; lo mas recomendable es suprimir o reducir el consumo.

  • Estrés. Algunas personas advierten un agravamiento de su acné durante épocas de demasiada tensión laboral o familiar.

  • Sudoración. El trabajo en lugares húmedos aumenta la hidratación del folículo, eso hace que se obstruyan aun mas los poros y por lo tanto se empeore el problema.

  • Cosméticos. Hacia los 20 0 30 años, en algunas mujeres de piel grasa, el acné puede empeorar o aparecer a causa del uso de cosméticos a base de lanolina o aceite.

    Entre los adolescentes es común encontrar el llamado acné pomada que se presenta por la aplicación de cremas y aceites en el cabello. Por eso las lesiones tienden a localizarse en la frente.
    Mujeres por encima de los 30 años pueden padecerlo por aumento de andrógenos. Esta afección se caracteriza por que generalmente no presentaron este problema durante su adolescencia o han sufrido alteraciones en su ciclo menstrual, aumento de grasa en el cuero cabelludo, caída de pelo o presencia de este en algunas partes donde no le debe haber.

    La autoestima se lesiona

    Un acné severo y mal tratado, no solo deja secuelas físicas como cicatrices, sino sicológicas, pues la autoestima se ve comprometida en esa situación.

    Los conflictos que genera tener acné se evidencian también en la vida social. El joven que lo padece no solo se aleja de su entorno familiar, sino de las actividades propias de su edad, además puede sufrir retraimientos y serios complejos.
    La no aceptación de si mismo y el no cumplir con el estereotipo de imagen que nos dan los modelos de revistas y televisión, pueden provocar no solo ensimismamientos, sino severas depresiones, bajo rendimiento académico y deseos de morir.

    Sin embargo de acuerdo con el especialista muchas veces el acné puede ser una excusa para no enfrentar los problemas de reales de timidez, inseguridad, y de relación con el sexo opuesto. De ahí que algunos adolescentes tiendan a magnificar aun más el problema con la autoagresión o pellizcos. Los papas pueden apoyar a sus hijos animándolos a seguir el tratamiento medico.

    Sin un solo grano


    El tratamiento del acné esta basado en el control de la causa que lo origina. Existen varias formas de solucionar el problema, pero dependen del tipo de afección y la severidad.


  1. Leve. Se caracteriza por espinillas abiertas y cerradas, puntos negros y blancos, acompañados de pocas pápulas o barros.

  2. Moderado. Tiene mayor número de lesiones en cara, pecho y espalda. En ambos casos, el acné puede tratarse con cremas, lociones o geles que contienen acido retinoico, alfahidroxiacidos y antibióticos que se aplican directamente sobre la piel.

  3. Severo. Presenta numerosas manifestaciones en cara, pecho, espalda. En estos casos se amerita un tratamiento que incluya además de cremas y lociones, antibióticos orales que actúen sobre gérmenes presentes en las lesio0nes y que son los responsables del aumento de los ácidos grasos.

    El acné severo requiere también de una valoración conjunta con el ginecólogo. La mujer deberá someterse a una serie de exámenes para determinar si existe un trastorno hormonal. En este caso se suministraran anticonceptivos orales que contienen sustancias antiandrogenicas.
    No siempre el solo tratamiento contribuye a superar el problema, pues se necesita de paciencia, constancia y voluntad para lograrlo.

    Ayudas en casa

    Aparte de las prescripciones medicas, conviene llevar a cabo algunos de estos consejos:


  • Armarse de paciencia. El acné no se cura de un dia para otro. Algunos tratamientos pueden durar hasta un par de años, hay que ser constantes en el uso de cremas, lociones o geles.

  • Limpiar el rostro todos los días con los jabones prescritos por el dermatólogo.

  • No manipular las lesiones porque pueden quedar cicatrices, manchas e infecciones.

  • Evitar los cosméticos que no tengan en su etiqueta la frase “libre de aceite” o “no comedogenicos”.

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